El accidente en la Laguna del Salobral de Luque

El ferrocarril permitió una mayor rapidez y eficiencia en el transporte de personas y mercancías,  tuvo un impacto profundo en la economía, la sociedad y la cultura de muchos países, el ferrocarril vino acompañado de un elemento nuevo, los accidentes ferroviarios,  con el tiempo, los accidentes ferroviarios se volvieron más comunes a medida que la red ferroviaria se expandió y se desarrolló

En la línea del "Tren del Aceite" dentro de las incidencias producidas en la explotación  bajo la administración de Andaluces, cabe destacar el accidente de la laguna del Salobral (Pk 60,400), cerca de Luque, ocurrido el 12 de diciembre de 1903, en el que el mixto nº 101 compuesto de locomotora y 16 coches, 9 de viajeros y el resto de mercancías, descarriló quedando únicamente sobre la vía el vagón de mercancías situado en la cola de tren. El accidente se saldó con numerosos heridos, entre ellos uno de los guardafrenos, y con cuatro muertos, uno de ellos un militar y los otros tres lo integraban los empleados  jefe de tren, maquinista y fogonero, de la compañía.

ABC 18 de Diciembre de 1903

 
Lugar donde se produjo el accidente cerca de la Laguna del Salobral kilómetro 60.4 de la línea

Mapa de 1905 en el se muestra el trazado de la línea ferroviaria Linares-Campo Real


 

Punto donde se produjo el siniestro, hoy en día  la Via verde del Aceite

 


 

 La prensa nacional se hizo eco del accidente ferroviario que fue noticia en periódicos como Diario de Córdoba, ABC o La Vanguardia

 

La Vanguardia titulaba así:

 

LA VANGUARDIA  14 DICIEMBRE 1903


 

Información telefónica y telegráfica de nuestros corresponsales particulares en España y el extranjero. Del descarrilamiento

 

Madrid 14, 9.15

 

Anoche llegó a Madrid uno de los pasajeros del tren descarrilado en Salobral, en la línea de Linares

Un periodista que se había trasladado a la estación del Mediodía para recoger detalles del siniestro ferroviario, tuvo ocasión de oír de labios del viajero el relato ocurrido

La catástrofe tuvo lugar a las cuatro y media de la tarde, y estaba lloviendo de tal modo, que en el momento del descarrilamiento era abundantísima el agua que caía.

El tren circulaba a su hora aproximadamente, pero sin duda a los agentes de la Compañía que viajaban en el tren no les convenía el pequeño retraso que este llevaba, porque, según tengo entendido, dieron orden al maquinista que acelerara la marcha.

El maquinista abrió el regulador, y la locomotora emprendió rápida carrera desde la estación Luque-Baena.

Según parece, el maquinista es un técnico bueno y un inteligente mecánico, pero no conocía las condiciones del terreno ni las de la vía por esta parte de la línea

Antes de llegar a la estación de Alcaudete hay un terraplén de unos 15 metros de altura, donde sin duda el terreno estaba reblandecido por la lluvia, y la mayor velocidad que se imprimió a la locomotora fue causa del descarrilamiento

La catástrofe pudo ser muy dolorosa, pues el número de viajeros era grande

Sin duda, el maquinista, por el movimiento del tren, observó que este llevaba descarrilada alguna rueda, pues trató de moderar la marcha y aún de detener el tren; pero su propósito produjo un efecto contrario al que se proponía.

Perdido el freno de tren, tuvo que echar mano del de máquina, cayendo por fin al fondo del terraplén, quedando a un lado la máquina y el tender

Únicamente ha quedado sobre vía el furgón de cola

La catástrofe produjo un ruido indescriptible, y enseguida de desarrollaron escenas desgarradoras

Los pocos que quedamos con vida o ligeramente heridos, apenas nos dimos cuenta de lo que ocurría; pero al hacernos cargo de la importancia del suceso, inmediatamente nos dedicamos a auxiliar a nuestros compañeros de viaje

El tren quedó deshecho por completo; los vagones quedaron convertidos en plataformas

El número de muertos es desconocido, pero se cree que ascienden a cuatro los primeros y doce los segundos, entre estos, el ambulante de correos

Desde luego, he visto muertos al fogonero, a un guarda-freno, a otro agente de la Compañía que iba recorriendo la línea y a un soldado

Se decía que había aparecido una mujer muerta, y que entre los restos del tren debía haber algún muerto más

Este último punto no puedo precisarlo

El cadáver del militar presentaba un aspecto horrible

Junto a él iba en el coche un muchacho de quince o dieciséis años que solo sufrió algunas contusiones al ser lanzado al suelo

Como hubieron de organizarse auxilios para los heridos, he de constar que el tren no llevaba botiquín de ninguna clase, a pesar de estar dispuesto que lo tengan

Inmediatamente se avisó a las estaciones cercanas para que acudiesen en socorro de los heridos

El primer tren que llegó al sitio de la catástrofe lo hizo después de pasadas ocho horas de ocurrido el accidente

En dicho tren iban médicos, personal de la Compañía y otras muchas personas

Organizándose un tren de transbordo algún tiempo después y este nos condujo a Jaén, en cuya estación aguardaban el gobernador y otras autoridades

Después continué mi viaje hasta Madrid

 

DESPACHO OFICIAL

A última hora de anoche recibiese en el ministerio de Gobernación un telegrama del gobernador de Jaén, que dice así:

“En el kilómetro 60, entre las estaciones de Baena y Alcaudete, de la línea de Córdoba, descarriló el tren num 101, a las diez y seis y cinco minutos de ayer

La primera noticia recibida en este Gobierno civil fue la comunicación del jefe de esta estación ferroviaria, que dice así:

El tren número 101 se encuentra detenido entre Baena y Alcaudete, ignorándose la causa

Daré comunicación en el momento que los conozca

Esta comunicación se recibió a las veintiuna, y a las veintitrés se recibió otra de dicho jefe en que manifestaba que habían ocurrido desgracias personales, pero que no se podía precisar ningún otro detalle

Posteriormente dio cuenta de haber enviado auxilios

El inspector del movimiento viajaba en el tren descarrilado

La catástrofe fue debida a reblandecimiento del terreno

No hay más noticias de cuantos muertos vistos y cinco heridos

 

 

El Diario de Córdoba, publicó la noticia cuatro dias desde que se produjo el siniestro

 

 

DIARIO DE CORDOBA 16 DICIEMBRE 1903

 

Relato de un testigo

 

A la una y media de la madrugada pasamos por el kilómetro 60 400 de la línea de Puente Genil a Linares, entre las estaciones de Luque –Baena y Alcaudete, lugar de la catástrofe

El tren que nos conducía paso con marcada lentitud, a luz de las antorchas que los obreros de la brigada sostenían, vimos el tren derrumbado en el fondo del terraplén, cuya profundidad sería de unos 10 metros

El espectáculo que presenta aquella inmensa mole es imponente

En la caída por el terraplén, cuatro vagones se ven que han montado por encima de la locomotora, y están completamente destrozados

Detrás de estos, la máquina y el tender boca arriba, incrustada en la tierra, con grandes desperfectos, siguiendo e ésta los demás coches volcados también y cuyo material igualmente esta inservible

 

 

EL CONVOY

El convoy se formaba de nueve vagones, y los viajeros no excederían de diecinueve, circunstancia que hizo que no fuese mayor el número de victimas

 


TREN DE AUXILIO

Tan pronto como ocurrió la catástrofe se telegrafió a la estación de Jaén pidiendo un tren de auxilio. En el cual subieron los viajeros ilesos, que prosiguieron su viaje


 

OPINION TECNICA

La opinión técnica y bastante autorizada de dos altos funcionarios de Estado, el director general de obras públicas señor Prado, y el ingeniero jefe de la división de Sevilla Don Guillermo Cuadrado, a quienes vimos en el lugar del suceso e interrogamos sobre la causa que motivó el descarrilo, es que aquel se produjo por el estado de la vía,, que sin duda habrá tenido algún movimiento por efecto de las últimas lluvias, y por ser un terraplén marcadamente arcillosos y la pendiente por donde marchaba el tren de quince por mil y la curva de cuatrocientos

Hay indicios para sospechar, añadió el citado director general de Obras públicas, que la velocidad fuese excesiva, y a esclarecer este punto están encomendadas la gestión de dicho alto funcionario del ministerio y del ingeniero jefe de división.

 

 

EN EL HOSPITAL DE JAEN

A las cuatro y media de la madrugada llegamos a Jaén en el acto nos encaminamos al hospital para ver a los heridos que por su estado de gravedad fueron trasladados a dicho establecimiento benéfico

 

 

LOS HERIDOS GRAVES

Son cuatro: José Calderón Navarro, conductor directo de Algeciras, el cual sufre fractura de la pierna derecha y magullamiento del brazo izquierdo, con herida en la cabeza.

En una cama inmediata a éste se hallaba José de la Hoz, mozo guardafrenos con una herida en la cabeza.

En otro departamento vimos al maquinista Manuel Tomás con graves heridas en la cabeza

Su estado inspira serios temores y próximo a este un cabo de cornetas, llamado Antonio Rodríguez García, que viajaba con dirección a Valencia y sus lesiones no son de muerte

Estos cuatro heridos fueron auxiliados por el director del hospital señor Ruiz

 

 

LOS MUERTOS

Estos son: José García la Chica, jefe de tren, Antonio Vílchez, fogonero y un cabo de regimiento de África llamado Antonio González Alonso, los cuales fueron sepultados en el cementerio de Luque

 

 

LOS HERIDOS LEVES

Son seis: Juan Camacho, viajero, José de la Osa, ídem; Antonio Rodríguez García, cabo; un viajante de Barcelona, cuyo nombre se ignora, porque se separó del lugar de la ocurrencia; don Emilio Pérez, capitán de cazadores; don Rafael Camino, sobrestante de la cuarta división; don Juan Carbucio; don Lorenzo del Olmo y un ambulante de correos llamado Vegas.

Todos estos, a excepción del viajante de Barcelona, se trasladaron a Martos

 

 

LA VIA

Para el paso de trenes, que lo efectúan con gran lentitud, se ha construido una nueva vía por los obreros de la brigada, pues la que existía aparecen sus railes arrancados de las traviesas y esparcidos sobre el terraplén.

 

 

UN DETALLE

En un coche de tercera clase de los que más han sufrido y montaron sobre la máquina, iban cantando los dos militares, Antonio Rodríguez García, también cabo, y un joven de unos catorce o quince años, que se dirigía a Martos

Ocurrió la catástrofe: el primero sucumbió, el otro se encuentra herido y el muchacho cayó sepultado entre las astillas del coche, saliendo a poco ileso.

Una vez que se dio cuenta de que vivía, se apercibió que dejaba allí su gorra, y alejándose rápidamente del fatal sitio, corría sin cesar, diciendo “ Ahí dejo la gorra “ y desapareció con dirección a Alcaudete

 

 

EL Diario de Cordoba en su edición del día 20 de diciembre, recogía la noticia del entierro de los empleados de la compañía y el del cabo que se derrarrolló en el pueblo de Luque

 

DIARIO DE CORDOBA 20 DICIEMBRE 1903


 

En la dirección de los ferrocarriles Andaluces se han facilitado a la prensa los siguientes datos, relativos a la catástrofe ocurrida el sábado 12 entre las estaciones Luque-Baena y Alcaudete:

El entierro de los empleados de la compañía de los Ferrocarriles Andaluces y del cabo de infantería  muertos en el descarrilamiento del tren 101, en la línea Puente Genil a Linares, tuvo efecto a las cuatro de la tarde del día 14 actual, en el pueblo de Luque, asistiendo al mismo los curas de Baena y Zuheros, la banda municipal de música y el pueblo en masa, con lo que resultó un acto solemne, siendo presidido por todas las autoridades, el teniente de la guardia civil y fuerzas a sus órdenes, los parientes de los finados y el inspector de movimiento señor Ferrer.

Los cadáveres iban encerrados en cajas de madera forradas de paño, con cruces y rosetones dorados, siendo costeados, así como los demás gastos y derechos de enterramiento, por la compañía de Andaluces, como era natural

Es completamente inexacto que en el lugar del siniestro hayan aparecido otros cadáveres que los antes mencionados

Respecto a los heridos que fueron calificados de graves, y los cuales se encuentran en el hospital de Jaén, cuyo número asciende a dos, adelantan en sus respectivas curaciones y se hallan perfectamente asistidos

A las familias de los muertos y heridos se les ha socorrido con amplitud, facilitándose toda clase de recursos en metálico, sin perjuicio de lo que les corresponda con arreglo a la ley de accidentes del trabajo, costeándose igualmente por la compañía todos los gastos del entierro del maquinista Manuel Tomás, cuyo cadáver ha sido inhumado en el cementerio de Jaén

 

Afortunadamente con el paso del tiempo, el aprendizaje de errores cometidos, el aumento de las  medidas de seguridad y los avances tecnológicos han hecho que los accidentes ferroviarios sean más raros en la actualidad, aunque lamentablemente todavía ocurren de vez en cuando. Viajar en tren está considerado uno de los medios de transporte más seguros y eficientes.

 

 

 

 

 

 



 

 

 

 

 

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